¿Cómo puedo quitar una tapa atascada de una lata sin dañarla?

Introducción

Probablemente nada sea más frustrante que intentar abrir una lata cuya tapa se resiste a moverse, ya sea una lata importada de paté o un frasco casero de mermelada de fresa. Es difícil quitarla sin dañar la tapa, y puede ser muy complicado en general. Sin embargo, al aprender cómo hacerlo correctamente, aún puedes despegar la tapa de una lata sin dañar ninguna de las partes: ni la lata ni la tapa. Hay una variedad de métodos a nuestra disposición y en este artículo veremos algunas situaciones comunes en la cocina donde este truco ahorrador de tiempo podría ser útil.

Evaluación de la Situación

Antes de intentar quitar una tapa atascada, es importante entender cómo se atasquó en primer lugar. Las razones comunes son que la tapa ha creado un vacío, está oxidada o ha hinchado debido a cambios en la temperatura o humedad. Busque signos visibles de daño o deformidad en la lata misma. También considere qué tipo de tapa es; las tapas de rosca pueden presentar un desafío muy diferente al de las de snap-on o las de abrir.

Métodos Convencionales

Un método tradicional para liberar una tapa ajustada es verter agua caliente sobre la lata. El vapor que se forma expande el metal y rompe el sello. Mantenga la lata firmemente en su mano y dirija el agua del grifo específicamente hacia la junta entre la tapa y el borde. Sea paciente; puede llevar varios minutos antes de que el vapor haga su trabajo.

Otro método convencional es el uso de aire caliente. Las secadoras de pelo son bastante efectivas en este aspecto. Un flujo de calor se dirige al borde de la tapa. La temperatura fuerza al aire dentro del tarro a expandirse, lo que provoca presión y, eventualmente, una tapa aflojada. Aunque debes tener cuidado de no calentar demasiado el objeto, o sufrirás quemaduras y, en algunos casos, podrías echar a perder su contenido.

Ayudas Mecánicas

Por ejemplo, herramientas de agarre de goma, como abridores de botes, o pinzas y un dispositivo de agarre diseñado para trabajar en bordes marginales pueden ayudar enormemente a aflojar las tapas más difíciles de abrir. La parte pesada de este tipo de dispositivo es, por supuesto, su mandíbula operada por mango, que se cierra alrededor y agarra como una palanca con apalancamiento para abrir todo tipo de cosas, incluidas tapas de botellas. Para aflojar tapas de botes reacias, sostén el dispositivo firmemente sobre el borde de la tapa con tu mano libre y ábrela con presión constante.

Para un enfoque más manual, el giro puede hacerse utilizando un objeto afilado, como el borde de un cuchillo o un abrelatas. Inserte cuidadosamente la herramienta entre la tapa y el borde del tarro, teniendo cuidado de no rayar o perforar la superficie. Una vez que haya creado una pequeña abertura (de aproximadamente 1/8 de pulgada), puede usar la herramienta para levantar la tapa.

Asistencia Química

A veces, un poco de ayuda química puede marcar una gran diferencia. Aplicar un lubricante como aceite o agua jabonosa al borde de la tapa ayuda a aflojarla y el lubricante penetra parcialmente entre la tapa y el tarro, haciendo que sea más fácil abrirlo con un giro. El método del espárrago es una técnica peculiar, incluso grotesca, donde se utiliza un trozo de espárrago como palanca para trabajar diligentemente y liberar la tapa. Al insertar el tallo en la junta entre la tapa y el tarro y luego girarlo, funciona muy bien, incluso con tapas de rosca que parecen estar ajustadas permanentemente.

técnicas avanzadas

Para un enfoque más dramático, prueba el método de choque frío. Coloca la lata en el congelador durante 10-15 minutos. La rápida bajada de temperatura hace que el metal se contraiga, lo cual podría despegar una tapa sellada al vacío. Después de darle tratamiento de choque frío, enjuaga el borde de la tapa con agua caliente y el metal se expande, haciendo que sea más fácil de abrir. Sabes lo que estás haciendo antes de comenzar con el siguiente: otra técnica avanzada es el método de contrapresión. Coloca un paño o una alfombra de goma sobre una superficie de trabajo sólida y pon la tapa encima firmemente. Aumenta lentamente la presión aplicada a la parte superior de la tapa, pero no excedas tu nivel de fuerza para evitar romper ese pequeño sello hermético.

Sin embargo, cuando intentes quitar una tapa atascada nunca uses las manos desnudas u otra fuerza corporal. Encuentra algunas herramientas adecuadas y equipo de protección: los guantes te protegerán de los bordes rugosos del táper, mientras que una toalla puede ayudarte a mantenerte caliente al aislar contra el frío del metal. Aunque puedas estar apurado o sentir impaciencia, evita movimientos bruscos o ejercer fuerza que pueda hacerte daño y no beneficiará a la caja. Si después de varios intentos una tapa terca sigue sin abrirse, lo mejor será buscar ayuda de alguien que sepa lo que está haciendo. Esto evitará que el contenido o el contenedor se dañen.

Una medida para evitar problemas futuros con tapas atascadas es mantener los tápers en un lugar fresco y seco, sin fluctuaciones de temperatura. Antes de cerrar un táper, aplica una capa fina de aceite o cera alrededor del borde para evitar que se forme un vacío parcialmente hermético. Al elegir tápers, selecciona aquellos con diseños para abrir la tapa que sean fáciles de usar.

Resumen

Quitar una tapa atascada de una lata parece difícil al principio, pero una vez que dedicas suficiente tiempo y aplicas las habilidades correctas, se puede hacer sin causar daño. Ya sea que uses métodos tradicionales, auxiliares mecánicos o técnicas avanzadas, esto depende del estado de la lata y tus propias condiciones. Lo esencial es siempre buscar un camino bien considerado e informado, independientemente de tus preferencias. Con práctica, cualquiera puede volverse hábil en abrir incluso esas latas tercas.